Cómo hablar con un profesor
Cómo hablar con un profesor
Hablar con un profesor, por curiosidad genuina, un interés genuino en aprender, un deseo genuino de mejorar, es una de las cosas más inteligentes que puede hacer un estudiante universitario. Si bien algunos profesores son genuinamente inaccesibles, muchos están felices de hablar con los estudiantes. Aquí hay cinco puntos a considerar cuando estás hablando con un profesor.
1. Sea cortés. Antes de preguntar «¿Cuál es tu horario de oficina?», revisa tu plan de estudios. Si las horas no están en la lista o no funcionan, pregúntele a su profesor cuándo puede reunirse con usted. Un profesor razonable entenderá que las horas de oficina no pueden adaptarse al horario de todos los estudiantes.
Cuando llegues, llama a la puerta, aunque esté abierta, y saluda a tu profesor por su nombre. Siempre me sorprende un poco cuando un estudiante entra en mi oficina sin decir una palabra y espera a que yo diga algo. Si estoy de espaldas a la puerta, es francamente extraño.
2. Si viene a hablar porque tiene dificultades en un curso, hay algunas frases familiares que debe evitar:
3. Si tienes dificultades en un curso, hazle saber a tu profesor que te das cuenta y pregúntale qué puedes hacer para mejorar. Cuando hablo con los estudiantes, encuentro que casi siempre es posible ofrecer sugerencias específicas que pueden mejorar el trabajo. Estas sugerencias a menudo involucran trucos de sentido común que no están relacionados con el contenido del curso: Mueva su despertador lejos de su cama. Use notas Post-it para marcar la lectura. Consigue un planificador. Divide una tarea grande en tareas más pequeñas. Presiona Control-F para encontrar cada conjunción coordinante y decide si necesita una coma.
4. Si desea hablar con un profesor de alguna otra manera, sobre una pregunta que no pudo hacer en clase o una idea que desea discutir, simplemente hágalo lo mejor que pueda. Es muy probable que su profesor satisfaga su interés genuino con amabilidad y aliento. (¡Si no, busca otro profesor!)
5. Terminar la conversación puede ser complicado. Algunos profesores terminarán las cosas por ti, mientras que otros estarán felices de seguir hablando. En otras palabras, es posible que no llegue una señal de que está «despedido». Así que no dudes en tomar la iniciativa de poner fin a la conversación, especialmente si tienes otras obligaciones.
Algunos de mis mejores recuerdos de la universidad son cuando hablaba con mis profesores en sus oficinas. Era un niño tímido (¡todavía lo soy!) y atesoraba la oportunidad de hacer preguntas y probar ideas durante el horario de oficina. Sentado con mi abrigo y mis libros apilados en el suelo, encontré mi camino hacia las posibilidades de un diálogo intelectual genuino. Tu también puedes hacer eso.
Michael Leddy enseña inglés en la universidad y ha publicado numerosos trabajos como poeta y crítico. Él bloguea en Orange Crate Art.
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