Cómo hablar con la gente cuando no tienes nada que decir

Cómo hablar con la gente cuando no tienes nada que decir

Ya sea que seamos introvertidos acérrimos o extrovertidos extravagantes, siempre habrá esos momentos extraños e incómodos en una conversación en los que luchamos por saber qué decir.

La sensación de pánico puede surgir cuando buscamos desesperadamente las palabras correctas, pero esto generalmente provoca ese bloqueo mental de los temas apropiados para hablar.

Entonces, ¿por qué sucede exactamente esto? Bueno, tiene una tendencia a suceder cuando no estamos tan familiarizados con cierta persona o grupo de personas. Cuando te lanzan a una conversación antes de que se haya encontrado un terreno común, puede ser difícil mantener la interacción fluida y natural porque no estamos completamente seguros de qué y de qué no hablar.

Cómo mantener una conversación con alguien con quien no estás familiarizado

Tener algunas buenas técnicas en tu haber es esencial para estos momentos exactos. No solo te ayudará socialmente, permitiéndote forjar mejores bloques de construcción para posibles amistades, sino también en conexiones profesionales donde la creación de redes es importante.

No hagas de ‘ser interesante’ tu objetivo

Muchas personas creen que para que las personas quieran construir algún tipo de relación, deben conquistarlas con una conversación interesante o divertida. En realidad, este no es realmente el caso. La interacción no tiene que ser perspicaz para que sea significativa. No se deje atrapar por la creencia de que lo que tiene que decir no es lo suficientemente bueno, solo dígalo de todos modos.

Las personas generalmente no recuerdan lo que se ha dicho en una conversación dada, solo que ha tenido lugar una interacción. No te obsesiones con impresionarlos, solo sé tú mismo.

Déjelos hablar de sí mismos haciendo buenas preguntas

Por lo general, a la gente le gusta hablar de sí misma. No porque sean egoístas sino porque es un tema seguro y uno que obviamente conocen muy bien. Por lo tanto, si tiene dificultades para pensar en qué decir, simplemente haga buenas preguntas.

Hacer preguntas muestra un nivel de interés personal y hace que la otra persona se sienta atendida. Para ello, presta atención y observa a la persona para encontrar pistas. Por ejemplo, si se ven particularmente cansados, pregúnteles qué hicieron ayer. Si tienen una determinada prenda de ropa, menciona que has estado buscando una prenda similar y pregúntales de dónde la obtuvieron o si pueden recomendarte dónde puedes conseguir una.

La clave es hacer preguntas abiertas y hacer que hablen en lugar de preguntas que obtengan respuestas de sí o no.. Esto le permite a la persona dar más detalles, mantener la conversación y te ayuda a encontrar más pistas sobre su personalidad.

Tener una conversación sobre comida

El objetivo de esto es encontrar un tema universal. No todo el mundo conoce los últimos avances tecnológicos o modas pero sabes que todo el mundo tiene una pasión o al menos una opinión sobre la comida.

Si están comiendo juntos, es una manera fácil de iniciar una conversación simplemente comentando sobre la comida. O amplíe hablando sobre diferentes cocinas u otros alimentos que haya probado. Si vas a comer más tarde, preguntar o sugerir qué debes comer siempre será un tema exitoso.

Se trata de encontrar ese terreno común y la comida es un tema perfectamente simple y universal para mencionar.

Simplemente reformule lo que dicen

A veces, las conversaciones pueden decaer si realmente no puedes identificarte con el tema del que están hablando. Si tiene poco conocimiento sobre el tema, puede ser difícil agregar sus opiniones y pueden producirse silencios incómodos.

Una buena técnica en este caso es reformular lo que ha dicho la otra persona. Esto no solo muestra que estás interesado y que escuchas lo que dice, sino que les da la oportunidad de señalar discrepancias o estar ansioso por contarte más debido a tu interés. Si alguien te está describiendo su trabajo complicado o una profesión con la que no estás familiarizado, es posible que esté al tanto de tu falta de conocimiento. Al repetir lo que dicen o pedir aclaraciones, está creando una sensación de interés y compenetración.

Comparte pequeñas cosas sobre ti

Compartir cosas sobre ti mismo puede parecer antinatural para algunos, especialmente para los introvertidos. Sin embargo, compartir cosas pequeñas, por insignificantes que sean, no solo le mostrará a la otra persona que quieres que te conozca, sino que es un tema de conversación fácil.

Como se mencionó antes, en realidad no se trata de lo que se dice en una conversación que la gente recuerda. Es más probable que una persona recuerde la sensación de un silencio incómodo contigo durante una conversación aparentemente sin sentido sobre lo que comiste ayer o qué aparato nuevo compraste.

La idea es tener confianza al mencionar cualquier tema. Si sientes incomodidad, la otra persona estará más que agradecida por tu esfuerzo para mantener la conversación, así que no pienses demasiado en cómo te sientes con tus palabras.

Saberlo ‘todo’ no convierte a alguien en un gran conversador

Siempre tenga esto en cuenta. Si bien tener un amplio conocimiento puede hacer que sea más fácil conversar con diferentes tipos de personas, no es necesario.

Los sabelotodos tienen una tendencia a dominar las conversaciones que todos sabemos pueden desanimar a la gente. Será mucho mejor que dirija su conocimiento a los consejos anteriores y aplique estas reglas fundamentales a las conversaciones que tenga. Recuerda que buscas fluir y conectar de una forma sencilla. No lo pienses demasiado.