Respiración profunda: un gran truco para la salud

Respiración profunda: un gran truco para la salud

Respiración profunda: un gran truco para la salud

Aprendí a hacer la respiración profunda hace unos treinta años mientras veía el programa de PBS, “Lilias, Yoga, and You”. Esta clase de yoga de media hora fue impartida por la dulce Lilias Folan y contó con las esperadas posturas de loto, peces y hombros familiares para cualquiera que haya explorado esta forma de ejercicio. Sin embargo, lo que me ha quedado grabado a lo largo de los años han sido las técnicas de respiración y relajación que ella enseñó. Todavía uso estos métodos cuando necesito relajarme, como cuando tengo que hacerme un análisis de sangre o no puedo dormir. Estos son algunos consejos para empezar.

1. Siéntate en una postura relajada, ya sea en el suelo o en una silla. Concéntrate en tu respiración por unos momentos mientras respiras normalmente.

2. Ahora inhala por la nariz contando lentamente hasta cuatro. Visualiza tus pulmones llenándose desde tu vientre hasta tus clavículas. En la parte superior de la respiración, haga una pausa de una fracción de segundo antes de exhalar y cuente hasta cuatro. Deja que el aire salga de la clavícula hacia el vientre y aprieta un poco los abdominales para asegurarte de que todo salga. (Si esto le resulta fácil, puede extender la exhalación hasta la cuenta de seis o incluso ocho).

3. Ahora tómate un momento para prestar atención a cómo te hizo sentir esa respiración.

Al respirar profundamente para relajarse, la técnica de prestar atención a cómo se siente es muy importante. Busque focos de tensión en sus músculos. Los lugares donde se asienta la tensión pueden estar en cualquier lugar, pero los hombros son, por supuesto, un lugar común. Si siente tensión aquí, haga un esfuerzo consciente para dejar caer esos hombros. Presta atención a los músculos de tu cara y diles que también se relajen.

Lilias solía enseñarnos a inhalar energía y exhalar tensión. Luego nos hablaría a través de una secuencia maravillosa de relajación progresiva, comenzando con los pies y trabajando músculo por músculo hacia arriba del cuerpo. Aprender a hacer esto puede hacer que conciliar el sueño sea más fácil. También puede ayudar a una persona a saber cuándo se está tensando alguna parte del cuerpo. La relajación progresiva también se utiliza en la autohipnosis.

Nunca llegué a pensar en el yoga como algo más que ejercicio físico, pero los estiramientos te hacen sentir muy bien. Sin embargo, siento que saber respirar y relajarse es una habilidad que me ha servido mucho durante muchos años, e insto a todos a aprenderla.

Referencias:
Folán, Lilias. ¡Lilias! El yoga mejora con la edad
Allman, Brian. autohipnosis; El manual completo para la salud y el autocambio

Barbara Wood es una escritora y educadora que vive en Missouri Ozarks.