9 dudas que no valen la pena

9 dudas que no valen la pena

Algunas dudas son buenas. Nos dijeron que nos detuviéramos y pensáramos antes de hacer algo imprudente. Nos hacen reconsiderar cosas que parecen demasiado buenas para ser verdad. Luego, hay otras preguntas que se infiltran en nuestras mentes. Estas dudas nos impedirán alcanzar nuestros objetivos y nos harán dudar de nuestro valor global. Cuando estas dudas surgen de repente, la mejor forma es contrarrestarlas con un plan de acción para eliminarlas. Aquí hay nueve ejemplos.

9 dudas que no valen la pena

1. No tengo suficiente experiencia

La sospecha basada en la falta de experiencia puede ser circular y contraproducente. No ha hecho nada, por lo que no está calificado para hacerlo. No estás calificado para hacerlo, por lo que no debes hacerlo. Si todo el mundo ve la falta de experiencia como un obstáculo insuperable, nadie hará nada nuevo.

No se concentre en experiencias que no tiene. En cambio, concéntrese en la experiencia que puede moldear para ayudarlo a lograr sus objetivos. No se preocupe por no pasar mucho tiempo haciendo algo. Concéntrese en su aprendizaje y adaptabilidad.

2. No tengo las habilidades adecuadas

Las habilidades son las herramientas que necesita para hacer el trabajo correctamente y tener éxito en el trabajo que realiza. Desafortunadamente, demasiadas personas crean dudas al evaluar injustamente sus habilidades o subestimar su capacidad para adaptarse y aprender nuevas habilidades.

Sea proactivo y enumere sus habilidades actuales. ¿Cómo los usa para lograr sus objetivos? ¿Qué puede hacer para acelerar el aprendizaje de las nuevas habilidades que necesita dominar?

3. La gente me sigue diciendo que no puedo hacerlo.

Las noticias negativas pueden ser negativas. A las personas se les dice constantemente que no pueden hacer algo y ellas internalizan esta información. En algunos casos, el mensaje tiene una intención negativa. En otros casos, esto tiene buenas intenciones, generalmente para evitar que alguien corra demasiado riesgo. Desafortunadamente, por alguna razón, la noticia sigue siendo destructiva.

Comparta sus objetivos de forma selectiva con quién. Necesitas personas que te apoyen, desafíen y cuestionen. No necesitas personas que solo encontrarán formas de derribarte.

4. A nadie le interesan mis ideas.

Esta sospecha surge de la autodestrucción o de la experiencia. De cualquier manera, si cree que lo ignorarán o se encontrará con una pared de ladrillos, se volverá difícil perseguir una nueva meta o ponerse allí.

Recuerde que cada idea y cada audiencia de esa idea es nueva. Luego, dite a ti mismo que tu falta de aceptación de tus ideas en el pasado no es tu culpa, ni es culpa de las personas que no se beneficiarán de tus ideas si no dices nada.

5. Cometí demasiados errores en el pasado

Si ha cometido errores en el pasado, es normal dudar de su capacidad para hacerlo bien en el futuro. Incluso puede preguntarse si es digno de tener éxito. Es posible que inconscientemente se diga a sí mismo que volverá a estropear las cosas. Es por eso que muchas personas caen en la rutina y luego parecen incapaces de salir de la situación.

Sigue recordándote que los errores del pasado no te definen. Mírate desde fuera. ¿Le diría a los demás que no deben perseguir sus metas debido a fracasos pasados? ¡Por supuesto que no!

6. No tengo resistencia

Es un trabajo duro trabajar hacia las metas propias y esforzarse por ser una persona exitosa. Esto requiere resistencia mental y emocional, y es fácil dudar de que pueda continuar. Esto es especialmente cierto cuando está mental y emocionalmente agotado.

Esto es algo para considerar. El tiempo que pasa estresándose y contemplando si puede hacer algo puede causar estrés por más tiempo que simplemente apegarse a ello. También puede tener efectos negativos graves a largo plazo en su bienestar.

7. El momento es incorrecto

Puede detener fácilmente su progreso simplemente convenciéndose de que ahora no es el momento adecuado para actuar. Después de todo, no existe el mejor momento para hacer nada.

Trate de pensar en los beneficios de actuar ahora en lugar de esperar. Avanza y te sentirás mejor.

8. Demasiado riesgo

No hay nada de malo en evitar riesgos y no hay nada de malo en evaluar decisiones para tomar las mejores decisiones. Sin embargo, si evita los riesgos de manera no convencional, de modo que ha estado en un punto muerto, entonces esto es tan poco saludable como tomar riesgos innecesarios.

Evalúe sus riesgos y actúe con decisión. No asuma simplemente que el riesgo no vale la pena.

9. Siempre dudo de mí mismo. ¿Por qué debería detenerlo ahora?

Es cierto que la gente puede no decirse esto a sí misma, pero la duda se convierte en un hábito. Las personas pueden estar tan acostumbradas a cuestionar sus decisiones y tan seguras de que fracasarán, tanto que predicen inconscientemente el fracaso incluso antes de intentarlo.

Si te encuentras víctima de esta duda subconsciente de ti mismo, debes recordarte que esta sensación inicial de sospecha no se basa en la lógica, sino en el hábito. Luego, continúe hasta lograr la meta.

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