6 razones por las que tus notas no definen tu inteligencia
6 razones por las que tus notas no definen tu inteligencia
Hay un frase popular que lleva años circulando por Internet. Esto generalmente se atribuye al famoso físico del siglo XX Albert Einstein:
«Si juzgas a un pez por su habilidad para trepar a un árbol, se pasa toda la vida pensando que es estúpido».
No hay mucha evidencia de que Einstein haya frase eso… pero ¿importa? ¿Hace que la lógica subyacente detrás de la declaración sea menos cierta?
Desafortunadamente, la forma en que evaluamos las habilidades y destrezas de las personas es tan significativa como juzgar la capacidad de un pez para trepar.
¿Crees que tus notas determinan tu inteligencia?
La obsesión por usar escalas de calificación estandarizadas para rastrear nuestro crecimiento y habilidades se implanta a una edad temprana.
Cuando crecemos, muchos simplemente aceptan que esta es la única forma de medir lo que podemos lograr.
Esta es una gran pregunta, porque las calificaciones y la inteligencia son dos cosas muy diferentes.
Aquí hay seis razones por las que las calificaciones difieren de su inteligencia.
Por qué tus calificaciones no definen tu inteligencia
1. Las calificaciones no reflejan necesariamente su capacidad.
Es posible que conozca los cursos cubiertos en la clase, pero una vez que alcanza la calificación, aún no puede traducirla en desempeño. Tu estado mental y emocional son factores poderosos.
Por ejemplo, muchas personas sufren de ansiedad ante los exámenes. Esto puede hacer que le resulte difícil tener éxito, sin importar qué tan bien comprenda el material.
La idea de que tu estado actual puede anular tu intelecto tiene sentido porque biológicamente tus emociones tienden a tomar el control en ciertas situaciones.
Si estás estresado o ansioso, tu cerebro querrá hacer mil cosas en lugar de una tarea compleja.
Así que no te sorprendas si una persona no se desempeña bien en una tarea; tal vez sea porque está demasiado estresada para concentrarse.
2. Las calificaciones son menos importantes que la comprensión.
Si estudias y memorizas el material del examen… bueno… felicidades, has aprendido a tomar ese examen. Pero eso no significa que hayas aprendido el material.
En una prueba escrita típica, encontrará muchas cosas basadas en la memorización. Los hechos y las estadísticas simplemente se derraman en páginas que no tienen mucho contexto o que necesitan abordarse con mayor profundidad.
Este método no puede medir con precisión la capacidad. En realidad, también podrías jugar un juego de Simon.
Esta es la razón por la cual las puntuaciones no son muy efectivas para medir la comprensión. Necesita estar involucrado y desafiado para resolver problemas de nuevas maneras. Esto generalmente no se traduce en una escala de calificación estándar.
3. No siempre puedes cuantificar tus fortalezas.
Como humanos, no somos solo números en una página. Cada uno de nosotros tiene una increíble variedad de fortalezas y talentos.
Las competencias, generalmente medidas en grados, cubren solo uno de estos rangos. La inteligencia es solo una de las innumerables variables que afectan tus calificaciones.
Las calificaciones son una escala plana y estática, y no es tan útil si intentas juzgar algo tan dinámico como la inteligencia de una persona. No existe una escala única que le brinde una buena comprensión de las habilidades, talentos, ética de trabajo, creatividad, liderazgo únicos de una persona y cómo estos rasgos interactúan entre sí.
Confiar en métricas abstractas para definir sus fortalezas puede generar oportunidades perdidas. Por ejemplo, me topé con cierta aptitud para la tecnología en la escuela secundaria.
Tomé un curso básico de programación de computadoras, que finalmente despertó mi interés. Desde entonces, he construido una carrera exitosa con mi experiencia en TI.
Si me atengo a lo que creo que es mi capacidad, es posible que nunca suceda.
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4. Hay diferentes tipos de inteligencia.
Imagina que tienes tres personas: un físico, un historiador experto y un maestro.
Cada uno está en su propia gloria. Pero si mide a los otros dos por sus habilidades, es posible que ambos parezcan normales cuando califique sus trabajos. Como el que te comentamos antes.
Del mismo modo, no pueden adaptarse de manera efectiva para equilibrar las fortalezas y debilidades de cada individuo, y los grados no pueden identificar inteligencias adaptativas únicas en poblaciones más grandes.
Incluso si sus calificaciones no reflejan bien sus habilidades, es posible que simplemente no estén viendo las calificaciones correctas.
5. Tu pasión es más importante.
La inteligencia se refiere a la capacidad de una persona para aprender, comprender y aplicar conocimientos y habilidades. Pero no importa si no tienes la motivación para hacer estas cosas.
Si estás trabajando en algo que no te importa, es poco probable que te esfuerces demasiado en comprenderlo. Por lo tanto, es más probable que una persona que tiene la pasión de empujarlos hacia adelante esté por delante de alguien que puede ser genial pero no estar motivado.
Eso no quiere decir que no pondrás tu tiempo y energía en algo que realmente no te importa. Pero una vez que haya identificado lo que le apasiona, puede aprender a seguir un camino que aproveche sus fortalezas en lugar de sus debilidades.
6. La inteligencia aún puede cambiar.
Es posible que haya escuchado que su inteligencia nunca cambiará y que sus habilidades de pensamiento seguirán siendo prácticamente las mismas a lo largo de su vida. Sin embargo, muchos expertos creen que es probable que cambie con el tiempo.
Existe una idea conocida como la teoría de la inteligencia incremental, que sugiere que la inteligencia en realidad se puede desarrollar y mejorar a través del entrenamiento.
Las personas que adoptan esta teoría tienen más probabilidades de aceptar el desafío, perseverar y aprender de los errores del pasado que aquellas que creen que la inteligencia es estática.
Personalmente, estoy de acuerdo con esta opinión. Con el tiempo, al entrenar tu mente con la práctica, puedes mejorar tu inteligencia y dar forma a tu propia realidad.
línea de fondo
No existe un sistema que defina su inteligencia general. Esta realización viene de dos maneras: así como las notas no determinan tu inteligencia, tu inteligencia tampoco determina tus notas.
Si no está satisfecho con su desempeño, hay muchas maneras de mejorar. Las calificaciones son el resultado de muchos factores; el trabajo duro y el compromiso son mucho más importantes que cualquier evaluación superficial. El único límite real es cuánto tiempo y esfuerzo estás dispuesto a poner.
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