No puedo volver al ayer porque era una persona diferente entonces

No puedo volver al ayer porque era una persona diferente entonces

¿Alguna vez has deseado poder volver a un momento diferente en el tiempo? Supongo que sí. Tal vez quieras volver a un momento en el que pensabas que la vida era más simple, más fácil, más placentera o simplemente diferente. Y su momento mágico en el tiempo probablemente corresponda a antes de ese «único» evento que cambió la vida.

Usted no está solo. Todos hemos pasado por algo que nos ha convertido en una persona diferente. Sin embargo, ese momento en particular es diferente para todos. Tal vez la tuya sea la pérdida de un ser querido, un divorcio o una ruptura, un accidente, un diagnóstico de salud aterrador o una gran mudanza. Lo que sea que hayas experimentado, te ha cambiado. No puedes volver atrás y no puedes volver atrás en el tiempo. ¿Por qué no? Porque ahora eres una persona diferente.

Avanzando

Alice, el famoso personaje de Lewis Carroll, lo dijo mejor en el libro Alicia en el país de las maravillas.[1]

Este pequeño consejo es algo que puede ayudarnos a avanzar en nuestras vidas. No hay razón para lamentar la pérdida de ayer si tus experiencias te han cambiado para mejor.

Este pequeño consejo es algo que puede ayudarnos a avanzar en nuestras vidas. No hay razón para lamentar la pérdida de ayer si tus experiencias te han cambiado para mejor.

Nosotros no podemos cambiar el pasado. ¿Y por qué lo haríamos? El cambio y el crecimiento son parte de la experiencia humana. A veces, estos cambios son tristes o difíciles, pero eso no es motivo para desear que desaparezcan. Debemos avanzar a través de estos momentos difíciles y reconocer que estamos siendo moldeados en una persona diferente. ¿Qué tan emocionante es eso?

Aceptando lo diferente a ti

A menudo recordamos el ayer con nostalgia. Olvidamos que la persona nueva y diferente en la que nos hemos convertido podría ser mejor que la persona que alguna vez fuimos. El asunto de ser humano, de experimentar el cambio, ha hecho que te conviertas en una nueva y mejor persona.

Acepta esta nueva realidad y cuídala. Nos volvemos más fuertes, más inteligentes y más únicos a medida que avanza la vida. De hecho, nuestro objetivo debería ser convertirnos en una persona diferente de lo que fuimos ayer. No quieres que tu vida siga igual, día tras día. El cambio genera progreso. La vida es como los movimientos del universo. Si deja de moverse y cambiar, deja de existir. El universo necesita cambiar constantemente para su propia supervivencia.

Lo mismo ocurre con lo que eres. Si compara el hoy con el ayer y descubre que nada ha cambiado, no ha estado viviendo la vida al máximo. Vida es cambio.

Controlar el resultado del cambio

Nosotros no podemos cambiar el pasado. La vida pasa y la gente crece. Eres diferente hoy. Esto es algo que no puedes cambiar.

¿Significa eso que debemos quedarnos de brazos cruzados y dejar que la vida nos pase? Si va a suceder, ¿deberíamos simplemente sentarnos y no tomar parte en la persona en la que nos estamos convirtiendo? Definitivamente no. Debemos ser proactivos en cómo nos afectan estos cambios. Ser conscientes del ayer nos permite controlar qué se vuelve exactamente diferente acerca de quiénes somos.

Tomar la iniciativa. Decide qué cambiará en tu vida, el tipo de persona en la que te convertirás. Tienes el poder de controlar si el ayer te está convirtiendo en una persona amargada, una persona sabia, una persona feliz o una persona reflexiva. Si recuerda que estas experiencias y cambios son necesarios para el crecimiento, puede intentar asegurarse de que su crecimiento sea saludable.

Aprendiendo del ayer

Entonces, ¿esto significa que debemos olvidarnos de ayer si fue un mal día? Absolutamente no. Parte de controlar el resultado implica reflexionar y recordar el ayer. ¿Qué aprendiste? ¿Cómo te cambió?

No mires atrás en tu vida con arrepentimiento o tristeza, al menos no por mucho tiempo. Estas emociones son naturales y válidas, pero no puedes vivir en el pasado y vivir una vida saludable. Acepta que no puedes ser quien eras ayer. Intente convertir esas emociones en una experiencia de aprendizaje. Seré el primero en admitir que es más fácil decirlo que hacerlo.

¿Cómo se aprende del ayer sin vivir en el pasado? Intentando apreciar los momentos de tu vida por lo que son: la razón por la que eres una persona diferente. El ayer es la razón de la realidad de tu vida actual y de quién eres hoy.