Cómo evitar que los pensamientos intrusivos te coman vivo
Cómo evitar que los pensamientos intrusivos te coman vivo
El cerebro humano es un órgano asombroso. Lo que más asociamos al cerebro con hacer es pensar. Asimila una gran cantidad de información y la procesa de muchas maneras, como el pensamiento cognitivo, la recuperación de la memoria y la toma de decisiones.
El cerebro procesa tanta información que no es raro que experimentemos pensamientos aleatorios o pensamientos intrusivos, sin relación con ninguno de nuestros valores. La mayoría de las personas experimentan pensamientos intrusivos sin consecuencias significativas. Pero para algunas personas, los pensamientos intrusivos son más graves y pueden dificultar el funcionamiento normal del día a día.
Aquí vamos a examinar la naturaleza de los pensamientos intrusivos y luego discutiremos cómo detener los pensamientos intrusivos cuando están causando problemas.
Tabla de contenido
- ¿Qué son los pensamientos intrusivos?
- Un mito común sobre los pensamientos intrusivos
- ¿Qué causa los pensamientos intrusivos?
- Cómo detener los pensamientos intrusivos
- Lidiar con pensamientos intrusivos más severos
- La línea de fondo
- Más consejos sobre cómo detener los pensamientos intrusivos
¿Qué son los pensamientos intrusivos?
En términos generales, los pensamientos intrusivos son pensamientos que aparecen en tu mente aparentemente de la nada. Por lo general, son pensamientos extraños en los que normalmente no pensarías. Por ejemplo, puede pensar: «¿Qué pasa si tengo un derrame cerebral o un ataque al corazón?»
Podrías pensar que alguien que conoces puede sufrir daño, tal vez incluso un ser querido. Ciertamente no quieres que alguien a quien amas salga lastimado, pero sin embargo, el pensamiento aleatorio cruza tu mente.
La naturaleza absurda de los pensamientos intrusivos puede causar cierta angustia a las personas. Sin embargo, en general, son una parte normal de tener un cerebro activo. Estamos tan acostumbrados a pensar en algo todo el tiempo que durante los períodos de tranquilidad los pensamientos aleatorios e intrusivos surgirán de la vasta base de datos que llamamos nuestro cerebro.
Estos pueden aparecer mientras se está quedando dormido o cuando se está despertando. Pueden distraerlo durante una reunión o presentación importante. O incluso pueden encontrar su camino hacia momentos de meditación.
Existe otra clase de pensamientos intrusivos llamados “pensamientos intrusivos no deseados”. Estos son más intensos y pueden desencadenar ansiedad, pánico, culpa o asco. Su contenido suele ser sobre violencia, sexo o comportamientos socialmente inaceptables.[1]. Pueden ser bastante perturbadores. Algunos ejemplos son:
- Empujar a alguien delante de un vehículo en movimiento
- apuñalar a alguien
- Torturar a una persona o animal
- Tocar aleatoriamente a un extraño
Lo que hace que los pensamientos intrusivos no deseados sean perturbadores es que las personas tienen miedo de cometer los actos que imaginan en su mente, o que indican que algo anda mal con ellos.
En su mayor parte, los pensamientos intrusivos no son motivo de preocupación. Sin embargo, si tiene dificultades para sacarlos de su mente e interfieren con el funcionamiento normal de su vida, es posible que desee buscar ayuda profesional. Esto todavía no significa que quieras cometer los actos, sino que es posible que necesites ayuda para aprender a manejar los pensamientos intrusivos.
Un mito común sobre los pensamientos intrusivos
Un mito común sobre los pensamientos intrusivos es que, de forma subconsciente, queremos cometer los actos que imaginamos en nuestra mente. Esto es raramente el caso. No es raro que las personas amables y cariñosas tengan pensamientos intrusivos acerca de dañar a los demás. Se dan cuenta de que son solo pensamientos aleatorios que no concuerdan con sus intenciones y simplemente los ignoran.
Otro mito común es que todos los pensamientos intrusivos deben ser examinados. Recuerde, son solo pensamientos aleatorios, no acciones. El único poder que tienen para hacernos daño es el poder que les damos.
¿Qué causa los pensamientos intrusivos?
Como se mencionó anteriormente, en la mayoría de los casos, los pensamientos intrusivos son solo pensamientos aleatorios e inofensivos que aparecen en nuestra mente de forma inesperada. En otros casos, pueden ser indicativos de otros trastornos mentales o emocionales.[2]. Pueden causar gran angustia a las personas y obstaculizar su capacidad de funcionamiento si no se controlan.
Desorden obsesivo compulsivo
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) ocurre cuando los pensamientos intrusivos se vuelven repetitivos y la persona no tiene la capacidad de controlarlos. Los pensamientos conducen a ciertas acciones con la esperanza de que desaparezcan.
Por ejemplo, una persona con TOC puede desarrollar una rutina de verificar y volver a verificar para asegurarse de que todas las puertas y ventanas estén seguras para aliviar el temor de ser asaltado por un intruso.
Trastorno de estrés postraumático
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) puede ocurrir como resultado de un evento traumático, como un ataque violento. La persona con PTSD experimenta angustia severa y tiene dificultad para aceptar el evento. En tales casos, los pensamientos intrusivos son parte de la experiencia. La persona sigue reviviendo la experiencia y las emociones asociadas a ella.
Trastornos de la alimentación
A veces, las personas desarrollan trastornos alimentarios como resultado de no poder lidiar con sus emociones. El trastorno puede tener diferentes manifestaciones, como comer en exceso, atracones, inanición o purgas. Cualquiera que sea el caso, la persona está tratando de ocultar o superar un tren recurrente de pensamientos, creencias o emociones, y los pensamientos intrusivos son parte de esta dinámica.
Adiccion
La adicción suele ser el resultado de crecer sin aprender a lidiar de manera sana con los conflictos, las propias emociones o la vida en general. Cuando una persona no sabe cómo hacerle frente, entonces la única alternativa es tratar de encubrir las emociones con una sustancia que cambia el estado de ánimo, como el alcohol, las drogas o un comportamiento, como el sexo. Los pensamientos intrusivos son parte de la adicción porque los adictos desarrollan pensamientos y comportamientos obsesivos y compulsivos.
Cómo detener los pensamientos intrusivos
La mayoría de las personas tienen pensamientos intrusivos que son inofensivos. Aunque el contenido de los pensamientos puede ser violencia y comportamientos socialmente inaceptables, la persona es consciente de que son solo pensamientos aleatorios y no son sus verdaderas intenciones o motivos.
Aunque es difícil detener por completo los pensamientos intrusivos, podemos disminuirlos significativamente. Aquí hay algunas estrategias efectivas:
1. No te dejes llevar por ellos
Si nos entregamos a nuestros pensamientos intrusivos, entonces les damos más poder y aumentamos la probabilidad de que vuelvan a ocurrir. Lo mejor que puedes hacer es simplemente ignorarlos y no darles ningún significado.
2. Evite el entretenimiento que involucre violencia
Los estudios han demostrado que ver violencia en la televisión u otros medios puede conducir a un comportamiento agresivo.[3] Y, por supuesto, el comportamiento agresivo está precedido por un pensamiento agresivo.
3. Meditación de atención plena
La meditación de atención plena es una forma de calmar la mente y ayudarlo a concentrarse en un pensamiento más positivo. Por lo tanto, reduce la cantidad de pensamientos aleatorios y cambia su contenido de pensamientos nocivos a pensamientos más saludables y productivos.
4. Reducir la agitación mental
Los pensamientos intrusivos a veces son el resultado de una mente hiperactiva. Además de utilizar la meditación consciente para calmar la mente, puede reducir la agitación mental reduciendo (o eliminando) las fuentes. Estas fuentes pueden incluir demasiadas actividades o responsabilidades en su vida y ruido de fondo, como la radio y la televisión cuando no está involucrado con ellos.
Lidiar con pensamientos intrusivos más severos
Si está lidiando con pensamientos intrusivos que le dificultan funcionar, es posible que deba buscar ayuda profesional. No significa que haya algo mal contigo, sino que es posible que necesites ayuda para aprender a lidiar con los pensamientos intrusivos. Aquí hay un par de enfoques que un profesional de la salud mental podría usar.
1. Terapia conductual cognitiva
La terapia conductual cognitiva (CBT, por sus siglas en inglés) es una forma de terapia de conversación en la que un consejero de salud mental lo ayuda a examinar sus patrones de pensamiento. El objetivo es identificar pensamientos inexactos o negativos y desarrollar estrategias para cambiar esos pensamientos para que aprenda a responder a los pensamientos de una manera más saludable.[4].
2. Medicamentos
A veces, los problemas de salud mental son el resultado de un desequilibrio químico en el cerebro. En tales casos, un profesional de la salud mental puede recetar medicamentos, como antidepresivos, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o inhibidores de la recaptación de serotonina (SRI).[5].
Al considerar la medicación para el tratamiento de cualquier problema de salud mental, se recomienda proceder con cautela. Primero, la mayoría de los medicamentos vienen con efectos secundarios desagradables. En segundo lugar, generalmente no son una cura, sino que están destinados a abordar los síntomas.
Tercero, no siempre está claro si los patrones de pensamiento son la causa o el resultado del desequilibrio químico. Por ejemplo, los adictos pueden mostrar un desequilibrio químico en el cerebro, pero esto es el resultado de años de pensamiento poco realista. La adicción generalmente se puede tratar sin medicamentos. En tales casos, busque la ayuda de un experto en adicciones.
La línea de fondo
Los pensamientos intrusivos son una parte normal de la vida. Son el resultado de tener una mente activa que trabaja las 24 horas del día. Para la mayoría de las personas, los pensamientos intrusivos no son un problema. Reconocen que los pensamientos no significan mucho y son fugaces.
Para algunas personas, sin embargo, los pensamientos intrusivos pueden ser un problema mayor. Los pensamientos pueden ser recurrentes y causar una angustia emocional significativa. También pueden indicar otros problemas de salud mental, como TOC, TEPT o adicción.
Si sus pensamientos intrusivos le dificultan llevar una vida normal, es recomendable buscar ayuda profesional. Un experto en salud mental puede abordar las causas subyacentes de los pensamientos intrusivos y ayudarlo a desarrollar estrategias para hacerles frente.
En cualquier caso, aunque el contenido de los pensamientos intrusivos pueda ser perturbador, por lo general no indican que tengas la intención subconsciente de representar esos pensamientos. Recuerda, son solo pensamientos.
Más consejos sobre cómo detener los pensamientos intrusivos
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