11 formas sencillas de valorarte más
11 formas sencillas de valorarte más
La autoestima y el valor propio juegan papeles integrales en cómo te ves y te tratas a ti mismo en tu vida diaria. Aprende a utilizar ambos para valorarte a ti mismo a través de tus palabras y acciones.
¿Qué es la autoestima?
La idea de la autoestima se reduce a sentir que eres una buena persona que merece ser tratada con respeto. Si te valoras a ti mismo, inherentemente sientes que eres amable, compasivo y respetuoso, y que mereces esas mismas cosas a cambio.
Alinearnos con nuestro propio valor nos permite avanzar hacia pasos más prácticos que hacen crecer y nutrir ese valor. Esto se hace a través de la autovaloración.
¿Qué es el valor propio?
Mientras que la autoestima es más emocional, la autoestima es más conductual. Aquí es donde tomamos la base de cómo nos sentimos con nosotros mismos y lo ponemos a trabajar. El valor propio es el vehículo impulsor que nos permite caminar por el camino y actuar de manera que se alinee con lo que valoramos.
Esto se muestra en la forma en que hablamos con las personas o en los pasos que damos para decir nuestra verdad. Tanto la autoestima como el valor propio se alimentan mutuamente, pero es útil señalar las sutiles diferencias.
¿Cómo se diferencian?
La autoestima está en el centro de nuestro ser. Es cómo entramos en nuestra vida y nuestro propósito, y cómo desarrollamos nuestro valor como seres humanos. También podemos argumentar que un sentido saludable de autoestima es altamente responsable de las decisiones que tomamos, las relaciones que fomentamos y los caminos de vida que elegimos.
Por otro lado, si no te valoras a ti mismo, puede dar lugar a brotes de autocrítica agresiva y una autoimagen despectiva.[1]
El valor propio es la acción que nos mantiene alineados con ese valor propio. También podemos pensar en la autoestima como otro elemento de alimentación del término general más amplio de autoestima. Valorarnos a nosotros mismos está representado en formas accionables, muchas de las cuales se destacan a continuación. Cuando aprendemos a valorarnos a nosotros mismos, no solo nutrimos nuestra autoestima, sino que también extendemos esa energía a nuestras comunidades y a las personas que las integran.
Cómo valorarte a ti mismo
1. Reconocer al crítico interno
Todos tenemos esa voz interior ruidosa que no siempre es amable. Se interpone cuando tenemos ideas y proyectos a la mano, y a menudo nos persuade de dar ese salto de fe o creer en nosotros mismos. Cuando no se controla, el crítico interno puede tener efectos devastadores en nuestra autoestima.[2]
Este no es lugar para que crezca nuestra autoestima. Luchar con este crítico es a menudo un viaje de por vida, pero un buen primer paso es reconocerlo. Mucha gente vive toda su vida con esta voz en piloto automático, sin darse cuenta de lo dictatorial que se ha convertido. Cuando puede hacer una pausa y reconocer que está tomando las decisiones, puede aprender a recuperar su poder y valor.
2. Recibir un cumplido
La próxima vez que alguien te haga un cumplido, fíjate si devuelves el cumplido con rapidez o mueves la mano con desdén para no llamar la atención. Tenemos tanto miedo de parecer necesitados, que casi nunca recibimos las buenas palabras que alguien nos envía. ¡Realmente, el verdadero culpable aquí es que a menudo no creemos que merezcamos el cumplido!
La hermosa verdad aquí es que a menudo no nos vemos a nosotros mismos de la misma manera que nos ven los demás. Entonces, la próxima vez que alguien diga algo bueno sobre ti, créele y recibe sus palabras por completo.
3. Sé agradecido por el esfuerzo
No siempre es fácil presentarse a la vida. No siempre nos detenemos a examinar cuánto esfuerzo ponemos en la vida cotidiana. Una forma de valorarte más es estar agradecido por todo lo que haces.
Es fácil ser crítico y desear haberlo hecho mejor, pero siempre estás haciendo lo mejor que puedes. Sigue así y celebra los pequeños progresos. Todo tu ser te lo agradecerá, multiplicado por diez.
Perdónate a menudo
Cuando las cosas no salen según lo planeado, practique el perdón. Cuando la gente te lastime, practica el perdón. Aferrarse a los rencores, ya sea de los demás o de usted mismo, es como plagarse intencionalmente con cargas que no necesita llevar.
El perdón es el remedio gratuito que puede aliviar tanto de nuestro sufrimiento cuando nos aferramos a la amargura.[3] Es digno de implementarlo en nuestra vida cotidiana.
5. Practica afirmaciones en el espejo
¡Las palabras tienen una gran cantidad de poder, y las palabras positivas son como pequeños milagros que esperan brotar! Debido a que los ojos son el espejo de esa alma, practicar afirmaciones verbales en el espejo es aún más potente.
Cuando podemos atrapar nuestra propia mirada y llenar nuestro espacio con palabras positivas, enviamos esa energía profundamente a nuestra propia psique. Las afirmaciones pueden ser algo así como “Soy amado y amoroso” o “Hoy me abrazo tal como soy”.
6. Presta atención a tus sueños
Ya sea que desee escribirlos en su diario o hacer un tablero de visión, prestar atención a sus sueños es un ciclo interminable de autovaloración y valor. Tus sueños son tus anhelos y anhelos más profundos.
Cuando los iluminas, estás alimentando tu alma y tu corazón de una manera que es espiritual y emocionalmente satisfactoria. También te estás enseñando y empoderando para creer que eres digno de esos sueños.
7. Deja ir la comparación
Eres tan único como un copo de nieve. No hay nadie más por ahí como tú. Todos sabemos que “la comparación es la ladrona de la alegría”. Es fácil compararnos con los demás y pensar que estamos atrasados o que nos falta algo.
Eso simplemente no es cierto.
Estás exactamente donde necesitas estar en el marco de tiempo de tu vida. Confía y cree que todos caminan por su camino en el tiempo debido y divino. En lugar de centrarte en lo que otros tienen sobre ti, concéntrate en tu propio viaje único y anímate con las oportunidades que se avecinan.
8. Encuentra maneras de servir a los demás
Cuando entramos en la práctica del servicio desinteresado (o seva, en sánscrito [4]), simultáneamente alimentamos nuestra propia valía y valor. Dar a los demás es más que solo ser voluntario; es ofrecer algo de nosotros mismos que es singularmente precioso y propio.
Ya sea que tenga una cierta habilidad que le gustaría compartir, o incluso solo su tiempo, su comunidad se beneficia de que comparta su propia contribución personal al mundo.
9. Acéptate como eres
De nada sirve revivir el pasado; está hecho. No sirve de nada preguntarse sobre el futuro; aún no ha llegado. En el momento presente, tu mayor regalo para ti mismo es aceptarte tal como eres ahora.
El mundo es más completo cuando te presentas de la forma más auténtica posible. Da a otros el coraje para hacerlo también. Sin duda cambiarás y evolucionarás a medida que tu vida progrese, pero en este momento, ¿cómo puedes mostrarte como tú mismo?
10. No te conformes con menos
Si eres infeliz, date cuenta de que lo eres y empieza a preguntarte qué te haría más feliz. No tienes que tolerar nada ni nadie que no te traiga alegría y satisfacción.
A menudo pensamos que tenemos que sacrificar nuestra propia felicidad por algún resultado final, pero eso no es cierto. Siempre hay opciones en la vida. Depende de ti creer que eres digno de los mejores.
11. Cuando tengas dudas, recuerda tu perseverancia
La vida tiene una manera divertida de lanzar bolas curvas. Si hay algo que puede disminuir tu autoestima, es pensar que no eres suficiente o que has fallado de alguna manera. Cuando esto suceda, piense en su meta o sueño final. Recuerda que la perseverancia es la provisión ilimitada de combustible que siempre está a tu disposición para seguir llegando más lejos.
Pensamientos finales
La autoestima es el término general que representa nuestro ser central y quiénes somos en el centro de nuestra humanidad. Los pasos que tomamos para alinearnos de manera práctica con ese valor es la definición y el propósito del valor propio.
Uno podría pensar que tales pasos son complejos y requieren mucho tiempo. Afortunadamente, son todo lo contrario. Aprender a valorarte a ti mismo requiere un cambio suave en la perspectiva de cómo te presentas en tu vida. Tales cambios pequeños pero potentes pueden marcar la diferencia para usted y para el bien común.
Más sobre aprender a valorarte a ti mismo
- Qué es la autoestima y cómo reconocer la tuya
- Cómo aumentar tu autoestima y confiar más en ti mismo
- Cómo desarrollar la autoestima (una guía para darse cuenta de su poder oculto)