10 hábitos de las personas simpáticas e influyentes

10 hábitos de las personas simpáticas e influyentes

Si bien hay muchos atributos asociados con un buen liderazgo, la simpatía no es algo que se le ocurra de inmediato. Esta es una característica subestimada y, a menudo, subestimada entre las personas que ocupan puestos superiores, principalmente porque contrasta con nuestra imagen arraigada de líderes dominantes y asertivos.

Sin embargo, un liderazgo bueno y sostenible depende de la capacidad de influir en los demás, de modo que los equipos compartan una visión específica y trabajen hacia un objetivo común. Esto no lo pueden lograr con éxito aquellos que gobiernan solo a través del miedo, ya que las personas están más inclinadas a seguir a un individuo que es agradable y encantador en igual medida. En este sentido, la simpatía es uno de los atributos clave para cualquier líder ambicioso.

Entonces, ¿cuáles son exactamente los hábitos y rasgos principales que distinguen a las personas agradables con capacidad para influir en los demás de otros tipos de personas?

1. Tienen una actitud mental positiva y contagiosa

El cinismo es un estado natural para algunos, especialmente en el mundo del trabajo y el liderazgo comercial. Desde el desgaste emocional y la incomodidad de las reuniones excesivas hasta las agendas ocultas de los demás, podemos sospechar fácilmente de quienes nos rodean y ser cínicos sobre sus motivaciones. Puede ser fácil ceder ante esto, pero las personas agradables tienden a mantener una mentalidad positiva que es contagiosa y establece mayores niveles de moral.

2. Siempre toman lecciones positivas del fracaso

Esta perspectiva positiva se manifiesta de múltiples maneras, aunque es más evidente en tiempos de adversidad. Más específicamente, los influencers simpáticos buscan lecciones positivas del fracaso, en lugar de reflexionar sobre sus defectos y desarrollar sentimientos de resentimiento. Según el inspirador autor Napoleon Hill (quien escribió el famoso Think and Grow Rich), es más probable que aquellos con una personalidad agradable expresen gratitud por haber adquirido una medida de sabiduría que no habría llegado sin el fracaso.

3. Son curiosos

Las personas agradables son buenas para comunicarse, tanto en términos de compartir sus propias ideas como de escuchar a los demás. Entonces, en lugar de enfocarse en su propio punto de vista y simplemente esperar la próxima oportunidad para hablar, escuchan su perspectiva y asimilan su significado. Esto a menudo se manifiesta por una naturaleza inquisitiva y una tendencia a hacer preguntas, ya que esto refuerza su interés en lo que se dice y subraya cómo se preocupan por los demás.

4. Habla siempre en un tono considerado y amistoso

En una nota similar, las personas agradables que son buenas personas influyentes también tienden a hablar de manera deliberada y segura. Esto le da inmediatamente a su voz un sonido agradable y tranquilizador, ya sea que estén hablando con una sola persona o con un grupo más grande. Tal tono y estilo de comunicación también sugiere una sensación de autocontrol, que a su vez inspira confianza en quienes están escuchando.

5. Mantienen la compostura en todo momento

La jornada laboral está llena de frustraciones menores, al igual que el resto del mundo que nos rodea. Desde los ladrones de tiempo de oficina comunes con sus solicitudes de trabajo, hasta la grosería mezquina de los demás, es fácil frustrarse y perder la compostura frente a los demás. Sin embargo, las personas agradables pueden mantener su equilibrio en todo momento, evitando esas reacciones exageradas innecesarias y las posibles confrontaciones.

6. Son de mente abierta y aceptan el cambio

Ya hemos discutido el impacto del cinismo en las personas y quienes las rodean, pero es importante señalar que esto también crea una mente cerrada que se resiste a ciertas ideas. También impide que las personas interactúen con aquellos que son diferentes, negándoles la oportunidad de experimentar un crecimiento personal. Las personas agradables no tienen tales problemas, ya que conservan una actitud positiva y de mente abierta que es receptiva al cambio y la diferencia.

7. Son capaces de suprimir pensamientos negativos

Si bien las personas expresivas tienden a ser honestas por naturaleza, esto puede ser perjudicial cuando se trata de interactuar con los demás. Si bien las personas agradables son capaces de expresarse, también tienen un sentido de autodisciplina que les permite reprimir los pensamientos negativos y evitar compartirlos con los demás. Esto evita ofender innecesariamente a los demás, lo cual es crucial para mantener una buena moral y relaciones productivas.

8. No buscan atención

Hay pocas características que sean más angustiosas que la búsqueda de atención, ya sea en el lugar de trabajo o en el hogar. Esto se deriva de un deseo subyacente de hacerse notar y lograr notoriedad tanto por el comportamiento positivo como por el negativo. Dado que esta es una cualidad tan poco atractiva, no debería sorprender que las personas agradables tengan más probabilidades de evitar llamar la atención a menos que sea por una causa desinteresada o un logro ganado con esfuerzo.

9. Elogian a los demás de una manera genuina y creíble

Si bien los elogios siempre son bienvenidos y son una excelente manera de mejorar la moral, los falsos elogios generarán cinismo y desconfianza a gran escala. Aquí es donde las personas simpáticas suelen sobresalir como individuos, ya que brindan elogios cuando se lo merecen, sin ser excesivos ni dar la impresión de ser falsos. Esta es una excelente habilidad de comunicación, ya que debe poder elogiar en un tono creíble y genuino para que sus comentarios sean bien recibidos.

10. Confían en alguien lo suficiente como para señalar sus defectos

Como nota final, es importante reafirmar que la simpatía no es un truco de salón o una fachada que se pueda adoptar. En lugar de que los líderes pretendan ser agradables, se ganan este elogio porque se preocupan por su comportamiento, reputación y la forma en que los demás los perciben. También es probable que tengan un confidente cercano o una red de simpatizantes que sean totalmente honestos con ellos en todo momento y les ofrezcan comentarios sobre sus fallas y posibles áreas de mejora.